Sabíamos que el sur de Galicia era nuestro lugar, especialmente la Ribiera Sacra con su microclima mediterráneo y su maravillosos cañones. Así fue que en 2008 nos embarcamos en nuestra querida Landrover y nos lanzamos a la aventura de buscar un sitio para renovar.
En esta parte de Galicia hay pocas agencias inmobiliarias, así es que con la ayuda de nuestro amigos en la zona, vimos muchas propiedades en el norte de la provincia de Ourense, cerca del Cañón del Sil.
Estas construcciones aterrazadas en las afueras del pueblo nos parecieron encantadoras, especialmente porque creíamos que tenían verdadero potencial, la tierra era buena y estaba pegada a la casa, y sobretodo, las paredes de piedra estaban en buen estado aunque no tenían techo y estaban venidas a menos.
Solo comprar las propiedades fue un desafío, ya que habían distintos dueños con quienes negociar y no todos las propiedades estaban debidamente registradas, pero eventualmente logramos hacerlo y comenzamos a hacer planes para la restauración de las casas. Tuvimos mucha suerte en que alguien nos sugiriera contactar con el que sería luego nuestro arquitecto, Iñaki Mendizábal. Inmediatamente nos dimos cuenta que estaba en plena sintonía con nuestra idea de armonía con el medioambiente para la remodelación.
Nuestra idea era usar la menor cantidad de cemento posible, por lo tanto las paredes de piedra están tomadas con un mortero de cal (cal y canto). Los pisos son de madera, usando castaño y algo de roble. Las puertas originales fueron usadas en toda la casa, porque estaban en buenas condiciones.
Donde no había vigas, o estaban en mal estado, nuestro constructor, Pepe, las reemplazó por vigas de castaño antiguas que recuperó de otros sitios. La maravillosa idea de colocar ventanas en el techo para “ganar” luz en la partes oscuras a las espaldas de la casa, junto con el uso de varios paneles de vidrio, proveen sensaciones de luz y espacio inesperadas. Carlos, un carpintero de la región hizo las ventanas y puertas exteriores, usando la última tecnología en doble vidrio y burletes de goma. Hemos usado lana asturiana como aislación térmica donde se podía, y mesada de granito de la región en las cocinas. Pepe y su fantástico equipo hicieron posible esta increíble transformación.
Dos balcones internos resolvieron el problema de mantener el piso superior separado de las paredes de roca, y ahora tenemos fabulosos helechos creciendo en algunas grietas. La casa es lo suficientemente cálida en invierno y es fresca y tranquila durante los calurosos veranos gallegos. Tenemos una caldera Ecoforest que usa pellets de madera, una fuente local de combustible que es neutra respecto de emisiones de CO2. Esta caldera sirve para calefacción y para agua caliente. Además tenemos un panel solar en el techo para agua caliente. En un futuro cercano, esperamos poder instalar paneles solares fotovoltaicos, porque todos los días hay sol, inclusive en el invierno.
Cada Victoria está compuesta por las dos últimas casas de la franja y es nuestra casa de huéspedes para amigos y familia, y algunas veces hospedamos a turistas. Todos nuestros huéspedes pueden usar el jardín de la casa principal, donde hay un área para sentarse, cerca del frutal y nuestra huerta orgánica.
Ha sido una experiencia increíble mudarnos a España, y con un poco de imaginación devolverle la vida a estas casas que tienen más de 250 años. Esperamos que tu también te animes y te vengas a conocerlas!